jueves, 12 de marzo de 2009

Escenario de mi infancia

Uno de los escenarios de mi infancia: La Casa de los Quintana. Lugar por el que tantas veces he pasado. Testigo de numerosas historias, unas buenas y otras no tanto. Aguanta estoicamente el paso del tiempo: vio el kiosko de la música, protagonista de tantos conciertos dados por la sempiterna Banda Municipal; el kiosko de las golosinas, en el que se acumulaban rebaños indómitos de niños en busca del chicle Bazoka, que se estira y explota; el "teje"...¿quién no se acuerda?. Pared de apoyo a todas las patinadoras de la época que nos aventurábamos a salir de la Plaza Grande...algunas llegábamos a San Roque o incluso al Barranco, y nunca me caí, curioso...y ahí sigue, mirando a todo aquél que llega al casco histórico del pueblo; viendo año tras año romerías, verbenas, carnavales...incluso no viendo a nadie, simplemente las palomas que bajan de las torres de la iglesia a beber el agua que se acumula en las juntas de los adoquines. Ahí seguirá, por los siglos de los siglos, como escenario necesario que conforma la imagen de un pueblo...mi pueblo natal...Guía, claro.

3 comentarios:

  1. Un pequeño homenaje a una de las casas emblemáticas del pueblo. Una fotografía "acuarelada".

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  2. Recuerdo cuando estaba incluso la biblioteca en la parte baja e ibamos por las tardes a leer los TBO. También del Kiosco de golosinas de Dña. María y D.Federico, que nosotras visitabamos a la fuerza dos veces al día para comprarle el periódico a mi abuelo.

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  3. ¡Es verdad! No me acordaba de que también hubo biblioteca. Y el "cuadrado", donde las nuevas y jóvenes parejas se escondían de la vista de los mayores.
    ¡Qué tardes de pipas, risas y juegos!
    ¡Qué recuerdos!

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